lady stardust

Andrés Díaz Godoy te conocí cuando aun era un espectro moribundo apunto desparecer, cuando no tenia cabellera y mi piel estaba llena de suciedades, cuando el mundo era tan suprimido y cuadrado, cuando no sabia hablar un lenguaje legible y solo pronunciaba dialectos incorrectos que los ancestros heredaron en mi visión reprimida, cuando mi entorno se caía y no había mas sostén que la cobardía hilando la cordura para no acometer el crimen no planificado, cuando el suelo se revestía de trampas infernales una tras otra, cuando los compañeros no eran mas que bestias hambrientas y vacías a punto de devorarme, cuando de mi sudor caía congojo y mi cuerpo solo estaba vació pero quería ser llenado al menos eso me daba auxilio, cuando ya no creía ni en dios ni en el diablo ni en el amor ni en el odio ni en los cuentos de terror ni en hadas fantasiosas, cuando estaba tan comprimida que en el espejo veía a una vieja espantosa y no a la que realmente soy, cuando los cables estaban desconectados y no había luz ni de día ni de noche. Pero desde entonces cuando por primera ves tu piel acaricio mi piel en desconocidos recorridos y tus manos grandes he imponentes acariciaron mi contorno delicado y tus pensamientos inocentes y fieles penetraron a mis pensamientos corruptos cuando tu humanidad refrescante alcanzo mi humanidad consternada y expectante, algo cambio en la circulación de mi sangre lenta, mi cuerpo ya jamás quiso ser el de antes.
Sabes el pasado el futuro sabes cada cosa intima y cada rasgo que antes había pero que hoy arde en una hoguera del pasado tus labios no se por que razón clamaron los míos y los míos hicieron y hacen el amor constantemente desde la primera ves que tuvieron contacto, tu cuerpo lo he ido descifrando código a código y no hay segundo en el que me parezca usual, los mensajes perdidos en el triangulo de las bermudas y de las ondas espaciales nos descubrieron ¿no se que milagro fue ese? pero sabes de todas las formas y señales que eres un regalo que dios conservo y supo dármelo en el tiempo y hora indicada, no sabes lo que has transformado y causado eres el hombre de las narraciones en minúscula un caballero en su corsario, un distinguido amante cauteloso minucioso protector y sobre todas las anteriores tienes el amor capaz de hacer sobrevivir las tribus sin esperanzas por eso eres descrito en minúscula por que solo una persona leería acerca de ti el resto que leyó la mayúscula nunca sabrá de lo que esto se trata.
Mi amor, mi dulce hombre no eres el que crees ser en tu en tus mapas mal graficados, mi hombre no eres el que crees ser en tu trascendencia herida eres fuerte y digno un pacificador vestido de un tejido esencial y vital solo tu fuiste capaz de llenar la barrica vacía no tan solo eres el hombre eres el complemento como el te con la azúcar como el pie con su calcetín como la tierra y sus encantos tales cosas pueden subsistir una sin la otra pero cuando se unen son mejores que separadas mas fuertes y deliciosas.
Mi hombre provenimos de planetas totalmente diferentes y aislados uno del otro pero que ironía es la canción de la vida que la desdicha reina sobre los seres que buscan, pero sin embargo la ironía no ha seguido recayendo sobre nosotros hemos aprendido a dar la pelea hemos aprendido a derrotar estas generaciones perdidas y solo somos tu y yo bebiendo uno del otro, alimentándonos de nuestra racionalidad idealizadora a camuflarnos como los insectos en la naturaleza amarnos con locura y pasión a ser correctos y no corruptos y es por eso que nuestro amor es algo casi ilógico, casi histórico, casi novelesco pero aquí estoy yo tu eterna amante la que entonara a tu oído cuando casi no oigas los milagros que somos tu y yo.